Desde su rol como Diputada Local, trabaja incansablemente para mejorar la seguridad, la justicia y la protección civil, siempre con un enfoque en los derecho humanos. Sus esfuerzos no solo buscan un Tabasco más competitivo y seguro, sino también inspirar a más mujeres a asumir roles de liderazgo.
@ LEDA RODRÍGUEZ FOTOGRAFÍAS: FABIOLA AGUILAR
Desde su inicio como Fiscal del Ministerio Público a los 23 años, Alejandra Plancarte ha sido un ejemplo de empoderamiento femenino, demostrando que la juventud y la determinación pueden marcar la diferencia en áreas tradicionalmente dominadas por hombres.
Hoy, como Diputada Local y Presidenta de la Comisión de Seguridad Pública, Protección Civil y Procuración de Justicia en Tabasco, sigue abriendo camino para las mujeres en la política y la justicia. Con tan solo 23 años, Alejandra asumió el desafiante rol de Fiscal del Ministerio Público en el combate al Secuestro y la Extorsión, destacándose como la más joven en su equipo. Este cargo exigente no solo le permitió demostrar su capacidad para manejar responsabilidades de alto riesgo, sino que también le enseñó a escuchar con sensibilidad tanto a víctimas como a investigados. “Adquirí un compromiso y una sensibilidad que difícilmente obtienes en otro trabajo”, comparte Alejandra, evidenciando cómo su dedicación salvó vidas y garantizó justicia. Ganar el primer lugar en el Concurso de las Jornadas Estudiantiles del 1er Seminario Internacional de Derecho Penal y Criminología no solo fue un logro académico para ella, sino una victoria para las mujeres jóvenes que buscan destacar en entornos de alta competencia. Representar a México en un evento internacional le permitió demostrar que las mujeres pueden liderar con excelencia y contribuyó a enriquecer sus perspectivas profesionales al intercambiar ideas con expertos de otras culturas.
Con sus objetivos claros y un compromiso inquebrantable, Alejandra Plancarte personifica el empoderamiento femenino en su máxima expresión. Su historia inspira a nuevas generaciones de mujeres a superar barreras y demostrar que el liderazgo no tiene género. Su carrera es un recordatorio de que, con valentía y determinación, las mujeres pueden transformar comunidades y construir un futuro más igualitario para todos.
Alejandra subraya que la igualdad de género en México requiere no solo políticas públicas que garanticen oportunidades equitativas, sino también un cambio cultural impulsado por la educación y la sensibilización. Para ella, la equidad no es solo un objetivo, sino un pilar fundamental para construir una sociedad justa.
“La equidad no es solo una meta, es una necesidad para construir el país que todos queremos”
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